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Juan C. Starchevich

Lector

Lloro por ti Argentina

Juan C. Starchevich

Quién corre el riesgo de ahogarse, porque se está hundiendo bajo el agua, se desespera, se activan movimientos instintivos de supervivencia; Se sigue hundiendo y presiente su muerte; surgen fuerzas extraordinarias que tienden a llevarlo a la superficie y echar mano a cualquier cosa que flote para poder salvar su vida. Pero no todo lo que flota puede resistir el peso del desafortunado. No hay tiempo de pensar, se manotea lo que sea y quizás inconscientemente, porque no actúa la razón sino solamente el instinto. En algunos casos hay suerte y en otros solo queda la resignación de dejarse morir.

Argentina es como un gran barco, quizás el más hermoso del mundo, con malos capitanes que se suceden mutuamente, con el timón conduciendo hacia cualquier parte o hacia ninguna, sin un mapa de navegación y sin tierra a la vista, dentro de un inmenso océano dando vueltas en círculos durante muchos años en este hermoso barco que se va deteriorando progresivamente perdiendo poco a poco su línea de flotación. Comienza a inundarse mientras todos corren a los pisos superiores a sabiendas que el océano los terminará tragando a todos por completo.

Ocurre que los capitanes no son navegantes, son alegres entusiastas noveleros que solo quieren pasarla bien consumiendo todo lo que encuentran porque han adoptado como ideología el slogan: "por cuatro días locos que vamos a vivir, te tenés que divertir", tomando la vida como si fuese una naranja a la cual se le debe exprimir todo el jugo posible. Estos son los capitanes del hermoso y gran barco llamado Argentina.

La tripulación ha hecho de ese slogan su cultura y ha vivido durante muchos años o quizá décadas como embriagados del néctar de: "no te calentés, si todo se va a solucionar"; "ya va a venir alguien que va a arreglar todo, vas a ver"; "siempre que llovió, paró" …; y así se va viviendo generación tras generación anestesiado, distraído, hundidos cada vez más en la corrupción abrazando ese slogan como un ídolo, como un verdadero dios.

Cuando el agua comienza a inundar, solo se dan cuenta los que se mojan mientras el resto sigue en su eterno carnaval. Comienza la desesperación: ¡Hay que hacer algo! ¡Tenemos que reparar el barco!, pero el resto está totalmente embriagado, inconsciente, sumergidos en una absurda ilusión que no les permite ver la realidad de los que están despertando y han encendido las alarmas, quizá tarde o demasiado tarde, en este barco que ha comenzado a naufragar.

LAS ELECCIONES 2023

El resultado de las PASO ha encumbrado a tres candidatos presidenciables: Milei (30%), Bullrich (28%) y Massa (27%), espacios con posibilidades muy parecidas, cualquiera puede ganar en las elecciones generales de octubre.

Sergio Massa, inmediatamente después de ver estos resultados, hizo subir el dólar en un 20%, devaluando el peso con el consecuente aumento del costo de vida, quizá como castigo al pueblo por no haberlo votado en mayoría. Como diciendo: "si no me eligen en las generales, le prendo fuego al país". ¡Pavada de candidato!

Patricia Bullrich, luego de una gran batalla feroz en su espacio político, al punto de arrancarse los ojos entre ellos, finalizó como la más votada dentro de un ring lleno de sangre de este espacio tan resbaloso donde todos tratan de mantenerse en pie para darse un falso abrazo de una falsa amistad de una pseuda unidad totalmente fragmentada con objetivos diferentes. Mujer que en su juventud militó en Montoneros, organización que secuestraba personas, colocaban bombas en varios lugares, incluso habitados por niños, matando personas en nombre de su causa Montonera. Ella, ahora, es candidata del espacio radical y del PRO. ¿Acaso ella se convirtió en ellos o ellos se hicieron montoneros? ¡Vaya incoherencia! ¡Pavada de candidata!

Muchos argentinos tenemos el agua en los tobillos, otros en el cuello, mientras que otros, muchos, ya están nadando o dando manotazos de ahogado. Es que el país se hunde y los de los núcleos duros de los partidos mayoritarios no se dan cuenta mientras siguen brindando embriagándose en su mundo de fantasías e ilusiones vanas.

Milei, cosa que flota en el agua, donde muchos manotazos de ahogados se aferran a él con la ilusión de salir a flote y salvarse, propone destruir muchas cosas, mientras que da la impresión de querer construir castillos en el aire. Me hace acordar a Hitler que logró seducir a toda Alemania con destrucción y castillos en el aire. Cuando los alemanes se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. ¡Pavada de candidato!

CONCLUSIÓN:

Para hacer una buena elección habrá que evaluar, en primer lugar, a los candidatos en su equilibrio psicológico y afectivo, su madurez, sus aptitudes de estadistas, propias de alguien que pretende conducir todo un país…

Muchos no vieron nada bueno en ellos y no han ido a votar, otros invalidaron su voto y otros votaron en blanco.

¿Cómo salvar nuestro barco?

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