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Cuando la Policía del Chaco cantaba la marcha peronista

Hace 70 años, la recientemente creada provincia del Chaco, se llamaba "Presidente Perón".
Era una provincia que llevaba el nombre del dictador de turno, cuyo escudo llevaba la efigie de éste, y a cuya capital quisieron ponerle el nombre de su mujer, Eva Perón.
Todas sus instituciones respiraban el aire que respiraba ese régimen que era una versión argentina del mussolinismo italiano.
Para adoctrinar a los pequeños, en la propia Casa de Gobierno funcionaba un "Centro de Niños Peronistas", en el Poder Judicial los empleados ingresantes debían exhibir ficha de afiliación al peronismo y para los ascensos debían jurar por Perón y por Evita.
Y, en cada aniversario de la muerte de Eva Perón, en la Jefatura de Policía se cantaba la marcha "Los muchachos peronistas".
Hasta qué punto la policía estaba sometida al régimen habla el siguiente comunicado de la Jefatura de Policía, publicado en El Territorio del 17 de junio de 1955:
"Todos los señores jefes de comisarías deben tener presente las siguientes normas:
1º).- Ejercer una constante y exhaustiva vigilancia sobre la actividad que despliegue la población, principalmente en lo que atañe a todo movimiento de orden público, ideológico o clerical.
2º).- Es medida de indispensable ejecución el contralor individual de la actividad de los elementos sindicados como enemigos de la causa justicialista, sin descuidar a los que, catalogados como no adictos, puedan sin embargo aprovechar el momento actual para intervenir activamente.
3º).- Entre los derechos que la Constitución acuerda y que quedan suspendidos por el Estado de Sitio, deben ser de especial interés el derecho de reunión. Se evitará con la energía y el rigor que el caso aconseje toda aglomeración de personas, salvo que se traten de fuerzas convocadas por los organismos que sostienen la doctrina justicialista.
4º).- Los jefes de comisarías impartirán a su personal instrucciones precisas que no dejen en el ánimo de la gente motivo alguno de duda sobre la firmeza y energía de los procedimientos".
Escuela de Policía "Eva Perón"
A la también recientemente creada Escuela de Policía le pusieron el nombre "Eva Perón".
El 27 de enero de 1955, se publicó en el diario El Territorio una información muy ilustrativa del espíritu ideológico que entonces imperaba en la policía de nuestra provincia.
Dicha crónica consignaba:
"Ayer, a las 19, en el local de la Jefatura de Policía, se rindió homenaje a Eva Perón, al cumplirse el 30º mes de su tránsito a la inmortalidad.
Reunido el personal de las distintas divisiones de ésta capital, usó de la palabra, para significar el acto, el jefe de Policía interino, señor Tomás B. Sotelo, quien pidió al finalizar su exposición un minuto de silencio para la ilustre extinta.
Seguidamente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y la marcha Los muchachos peronistas, mientras se procedía a la desconcentración de tropas".
Pero lo realmente grave era que en la policía funcionaba una dependencia denominaba "Oficina de Orden Social y Político", que era, en realidad, un centro de torturas a presos políticos.
Justicia peronista
El Poder Judicial no era un poder. Como el Poder Legislativo, era sólo una dependencia del Poder Ejecutivo donde para acceder a los cargos había que jurar por Perón y Eva Perón.
Así, el 14 de abril de 1955, en el Juzgado del Crimen de Resistencia a cargo del doctor Raúl Ochoa y Gómez, juraron sus nuevos cargos varios empleados que habían sido ascendidos por decreto del gobernador de la provincia, Felipe Gallardo.
La fórmula de juramento fue: "¡Juráis por Dios, por la Patria, por Perón y por Eva Perón, aplicar la ley en cuanto les correspondiere, y siempre con inspiración justicialista!".
A nivel nacional, un documento elaborado por la Secretaría de Asuntos Políticos titulado Plan de Acción Política 1955-56 expresaba en el Capítulo III, Apartado 14:
"La justicia puede destruir el movimiento sentando jurisprudencia contraria a la doctrina peronista. Po eso, recordando aquello de que un lado de la biblioteca dice peronismo y el otro antiperonismo, los fallos deben ser dados utilizando el lado peronista de la biblioteca".
Eso corría también para el Chaco, es decir, para la entonces provincia "Presidente Perón".
Ya lo había Felipe Gallardo, durante un acto realizado en el Parque que hoy se llama 2 de Febrero, pero que entonces también llevaba el nombre del líder justicialista:
"No somos gobernadores, somos simples ejecutores de la voluntad del General Perón".

Escritor y Periodista