
Historiador y escritor
Ni persecución, ni proscripción

$ 84.835.277.378,04 es la suma total del embargo que deberá afrontar Cristina Fernández de Kirchner si se ratifica la condena por administración fraudulenta que le fue impuesta por el Tribunal Oral Federal Nº 2 (TOF 2), en el marco de la "Causa Vialidad".
En un fallo de más de 1600 carillas, los camaristas también la sentenciaron a la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Hace ya bastante tiempo que se viene hablando de persecución política e intento de proscripción en perjuicio de CFK.
Pero lo que le ocurre a la vicepresidenta de la Nación está lejos de tener esas características.
Persecución es la acción que un grupo ejerce sobre otro grupo o persona por pensar distinto o por sus características físicas, religiosas, culturales, políticas o étnicas.
A CFK no se la ha procesado por ninguna de esas razones. Ha sido porque ella y algunos de sus allegados han confundido de tal manera sus billeteras con los del país que jamás podrían justificar sus opulentos enriquecimientos patrimoniales.
Lo de "intento de proscripción" tampoco es procedente. Proscribir es echar a alguien de su país por razones generalmente políticas, o prohibir a una persona usar un derecho o practicar una costumbre.
Que sepa, nadie está pretendiendo echar a CFK de la Argentina y, por otra parte, todavía puede participar de toda elección que haya y ser candidata al cargo que quiera.
Concretamente: ni hay persecución política, ni hay "mafia judicial", ni hay intento de proscripción.
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Escritor y Periodista