Hay que parar con la autoflagelación

Esta mañana abrí el Facebook y me interpeló preguntando "qué estoy pensando" y, como no quiero evitar el desafío, voy a expresar brevemente lo que cruza por mi cerebro.
Todos los medios de comunicación masivos, sobre todo TV y Radio, describen con saña y hasta el cansancio los indicadores económicos adversos que todos conocemos y padecemos por experiencia personal. Como en los tiempos que corren, los hechos, circunstancias, eventos, no son tales si carecen de difusión televisiva, sinceramente estoy asfixiado.
Prendo la TV y me siento ametrallado por una manada de pseudo periodistas que no tienen otro objetivo que deprimir y alarmar a la población. Es como un zumbido que va in crescendo desde la mañana hasta la medianoche. Estos muchachos nunca se detienen a contemplar los bosques de Palermo, un amanecer frente al Río de La Plata, a difundir noticias positivas que indudablemente las hay pero no son rentables para la actividad periodística.
En pocos meses los argentinos pulverizamos nuestra autoestima, de ser creativos, inteligentes, cultos, nos transformamos en la escoria del planeta. Es increíble, pero no otra cosa reflejan los medios masivos de comunicación.
Pues yo pienso de otra manera, NUNCA FUIMOS LOS MEJORES pero actualmente, aún en crisis, somos superiores como pueblo y estado a muchas naciones del globo terráqueo. Se llegó a la insensatez (periodismo) de afirmar que Argentina es un bodrio en relación a países notoriamente inferiores en todos los aspectos: material, cultural, deportivo. En un santiamén pasamos a considerar como paradigmas a países como Paraguay, Bolivia, Perú, Uruguay, Colombia. Por favor, sin perjuicio del respeto que merecen, son infinitamente inferiores a Argentina y la prueba elocuente es que inmigrantes de esas naciones, no obstante las penurias que soportamos, siguen radicándose en este bendito país. MUEREN POR VIVIR EN ARGENTINA Y TENER HIJOS ARGENTINOS.
Hay que parar con la autoflagelación, no es aconsejable y mucho menos fundada. Argentina tiene su aparato productivo intacto, sin desconocer la capacidad ociosa por la crisis, recursos naturales que el resto de naciones envidian, recursos humanos admirados en el mundo (una revista especializada consideró al país número uno en tecnología). Por más que nos vendan desde Buenos Aires que estamos en una crisis terminal, en los pueblos y ciudades del interior sus habitantes siguen al pié del cañón trabajando, produciendo. El campo como siempre poniéndole el pecho a las balas y transformándose en el as de espada que tiene Argentina. ESO ESTOY PENSANDO
(*) Abogado. Presidencia Roque Sáenz Peña.